INCONFUNDIBLE

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El color, la soltura y el particular carácter de los proyectos de la interiorista Caroline Cable.

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TEXTO: SOFÍA ALDUNATE | FOTOS: ANA MARÍA LÓPEZ


El color, la soltura y el particular carácter de los proyectos de la interiorista Caroline Cable están marcados a fuego en su propio departamento. Un lugar alegre, propio, acogedor y muy europeo, al igual que su dueña.


Caroline Cable nació en La Haya, estudió en Ámsterdam, vivió en París, Alemania, Angola, Sudáfrica y aterrizó en Chile hace casi 50 años. Lo que inicialmente era una estadía de seis meses se prolongó hasta siempre. Aunque su acento no la abandona, es una chilena que nos presta un pedacito de su inconfundible estilo europeo a través de sus proyectos de interiorismo.

Asociada con sus hijas Jocelyn y Valesca (@ccdinteriores), juntas han construido una estética reconocible: llena de color, soltura, mezclas y espacios vividos. Su nuevo departamento no es la excepción. Caroline lo eligió por ser práctico, sin escaleras, y por su encanto. Está rodeado de árboles y no necesitó grandes remodelaciones.


Su primera tarea fue “vestirlo”, es decir, llenar de papeles murales cada rincón, desde baños hasta dormitorios. “Me encantan los papeles murales, le dan carácter a los espacios y es tan fácil”, comenta. Luego integró sus muebles de siempre, como su icónico sofá rosado, y sumó color mediante cojines, arte, libros y flores.


Inquieta y creativa, Caroline ha pasado por muchas etapas: estudió diseño de modas, restauró porcelanas, dio clases de cocina y costura, tuvo una tienda de telas y hoy lleva más de 20 años dedicada a la decoración. Su casa refleja toda esa historia, con espacios que huelen bien, siempre tienen flores y sorprenden con detalles como una cortina de seda roja y blanca que compró en Shanghái hace 18 años.


Con una clientela fiel que busca precisamente ese estilo único, Caroline y sus hijas siguen desarrollando proyectos donde lo clásico se mezcla con lo fresco. Casas vividas, no decoradas, donde conviven muebles antiguos con piezas nuevas, sin seguir modas pero sí reflejando personalidad. “Así trabajamos nosotras, y eso es lo que busca nuestro pequeño pero fiel nicho de clientes”, concluye Caroline.